Cuando…

Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. (Romanos 1:20 NTV)

 Cuando observamos la creación de Dios, miramos a una madre con su nene, las estrellas en la noche, cuando pensamos en el Señor, podemos rendirle honor, alabanza y gratitud por Sus maravillosas obras, por lo que ha hecho y lo que es.
 Cuando meditamos en Su Palabra, cuando pensamos en los bienes que nos ha conferido, la misericordia que nos ha demostrado, la gracia que nos ha otorgado, cuando oramos y lo buscamos, en todos esos momentos podemos adorarlo.
 Cuanto más expresamos verbalmente quién es Dios y lo que ha hecho, más presente se hace Él en cada aspecto de nuestra vida cotidiana.  Cuando reconocemos con frecuencia Su amor, compasión, misericordia, bondad y justicia, interiorizamos esas virtudes y mayor probabilidad tenemos de emularlas en nuestras interacciones con nuestros semejantes. Cuando lo alabamos por Su poder, Su presencia y Su omnisciencia, nos acordamos de que está siempre con nosotros, que nos conoce hasta en el último detalle, que nos creó y que comprende los pensamientos y las intenciones de nuestro corazón. —P. Amsterdam [1]

La vida nos ha sido dada para la creatividad. El tiempo es como la tela sobre la que debe dibujarse una creación. —Don Luigi Giussani

[1] P. Amsterdam Áncora La creación proclama

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