Busca al Señor

Y me buscaréis, y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. (Jeremías 29:13)

 El Señor quiere que seamos felices, y gracias a Él, normalmente lo somos. Pero algunas veces es preciso que busquemos de corazón a Dios para que se opere un cambio necesario y que oremos con apremio, derramando nuestro corazón delante del Señor.
 Todas nuestras oraciones sencillas pueden ser sinceras, pero cuando surge alguna situación grave tenemos que orar con vehemencia. Hay veces en que tenemos que ponernos manos a la obra y acudir al Señor muy seriamente.
 Algunos adoptan una actitud un poco perezosa y por lo visto creen que, sea como sea, el Señor lo hará todo. Cuando lo cierto es que muchas cosas dependen de nosotros, de nuestra voluntad, de nuestras acciones y de cómo oramos.
 Aunque Dios lo puede hacer todo, se ha comprometido a obrar por medio de nosotros y nuestras oraciones pueden hacer maravillas.
 Cuando clames a Él de todo corazón, Él ha prometido: «Yo te responderé». —DBB [1]

 El alma que minimiza la oración permanece asfixiada; si excluye toda invocación, se estrangula lentamente. —Gianfranco Ravasi

[1] DBB Áncora Clamar a Dios de todo corazón

Previous
Previous

Subidas y bajadas

Next
Next

Es la gracia