Al conocer mejor a Jesús

Jesús les contó otra parábola: «El reino de los cielos es semejante… (Mateo 13:24 RVC)

 Las parábolas que narró y los episodios de Su vida revelan que Jesús rompe esquemas, desafía nuestras ideas preconcebidas, no procede con miramientos y nos hace cuestionar nuestros actos.
 Jesús habla la verdad con amor, no muestra favoritismos, es compasivo, no hace acepción de personas, pero al mismo tiempo sostiene los más altos cánones de conducta. Sus palabras muchas veces son duras; sin embargo, nos asegura que Su yugo es fácil y ligera su carga.
 Detenerme a reflexionar sobre los pasajes del Evangelio y qué vinculación pueden tener con mi vida ha sido clave para mí. En el contexto de las enseñanzas de Jesús está la base de toda ética.
 Seguirlas es cuestión de sensatez. He descubierto que mientras leo los Evangelios con actitud de oración tiendo a hallarlo más a Él en mis asuntos cotidianos. Y a medida que me voy compenetrando con Él, más ganas tengo de hablarles a otras personas sobre Él.
 Al conocer mejor a Jesús me acerco al Padre, ya que por medio de Jesús tenemos acceso a Dios y la posibilidad de gozar de la misma intimidad que Cristo tenía con Su Padre. «Ese día, ustedes sabrán que yo estoy en el Padre, y que ustedes están en mí y yo en ustedes.» —Gabriel Garcia Valdivieso [1]

Una vez que eres consciente de que lo principal para lo que estás aquí es conocer a Dios, la mayoría de los problemas de la vida caen por su propio peso. —J.I. Packer

[1] Conéctate Año 21, número 9

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