Alabarlo
¡Alaben al Señor porque él es bueno, y su gran amor perdura para siempre! (1 Crónicas 16:34 NVI)
Aunque estés cansado o desanimado o no te apetezca alabar a Dios, debes alabarlo de todos modos, simplemente porque sabes que eso le agrada.
Cuando empiezas a alabar al Señor por fe y cebas y pones en marcha la bomba, Él te bendecirá por ello.
Aunque te encuentres un poco abatido, desanimado, preocupado o desesperado, mira hacia arriba y aprecia más todo lo que tienes. Dale gracias a Dios por todas las bendiciones que te ha otorgado y pon la mira en el Señor y en las cosas buenas.
¡Alabado sea el Señor! Comienza tus oraciones levantando tu corazón hacia Él en alabanza. «Así que, ofrezcamos de continuo a Dios, por medio de Él, sacrificio de alabanza, es decir fruto de labios que confiesan Su nombre». —DBB [1]
No tengas primero tu concierto, y después afines tu instrumento. Comienza el día con la Palabra de Dios y oración, y ponte primero que nada en armonía con él. —James Hudson Taylor
[1] DBB Áncora Clamar a Dios de todo corazón