Mantienes la fe
¿Qué puedo ofrecerle al Señor por todo lo que ha hecho a mi favor? Levantaré la copa de la salvación y alabaré el nombre del Señor por salvarme. Cumpliré las promesas que le hice al Señor en presencia de todo Su pueblo. Al Señor le conmueve profundamente la muerte de Sus amados. (Salmo 116:12–15 NVT)
Siempre me anima mucho ver lo diferente que obra el Señor en la vida de cada uno y que, con mucho amor y atención, nos da exactamente lo que necesitamos para aprender, crecer y madurar.
Así pues, si estás teniendo dificultades o batallas en cualquier sentido, recuerda que, ¡vale la pena aguantar y seguir luchando! No apartes los ojos de la meta. Así, aunque estés metido en un torbellino, puedes tener la seguridad de que esa situación no durará para siempre, de que siempre habrá luz al final del túnel.
Si mantienes la fe y te aferras a las abundantes promesas de Su Palabra, al final presenciarás el cumplimiento de Sus promesas.
Recuerda a diario los regalos de amor que el Señor entrega a manos llenas, porque nos ama, ¡a cada uno de nosotros en particular! Nos quiso tanto que dio la vida por nosotros.
Nos sigue queriendo tanto como para dar la vida por nosotros. A diario entrega la vida por nosotros, nos da la alegría, el ungimiento, las fuerzas, la ayuda, Sus bendiciones y Su Palabra. ¡Son tesoros de valor incalculable, muy superiores a todo lo que podemos pedir o imaginar! ¡Él nos quiere más que a Su propia vida, pues la dio por nosotros! —M. Fontaine [1]
Debemos entrenarnos para dar gracias, hacer de ello la ley de nuestra oración. —Padre Andrea Gasparino
[1] M. Fontaine Áncora Todos los días nos colma de beneficios