Tómate unos...
Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de Sus manos. Un día transmite al otro la noticia, una noche a la otra comparte su saber. (Salmo 19:1-2 NVI)
El Creador habla por medio de Su creación. Puedes oírlo si te detienes a escuchar.
Un lugar tranquilo en un entorno natural es ideal; pero si eso no es posible, basta con que fijes la vista en un árbol, unas plantas o aunque sea en un pedacito de cielo.
Apaga el teléfono. Olvida tu trabajo. No hagas caso del desorden. No pienses en nada más. Dedica a Dios toda tu atención. Concéntrate en algo creado por Dios: una flor, un árbol, un pájaro, una mariposa, una nube, una laguna, un arroyo, la brisa.
Imagínate con qué cariño y esmero lo creó Dios. Luego multiplica eso por todas las flores, árboles, pájaros, etc. que hay en el mundo. ¿Qué te indica eso sobre el amor que siente Dios por ti? ¿No te infunde paz? ¿No te hace sentirte bien?
Respira lenta y profundamente durante varios minutos. Relájate, recréate en el amor de Dios, disfruta de la vista y escucha a Dios mientras te revela más verdades. —Áncora [1]
En cierta ocasión escuché a un indígena decir en la televisión que Dios se encuentra en el viento y en el agua. La belleza de sus palabras me maravilló. Entendí que se puede nadar en Dios y sentir Su caricia en el rostro. —Donald Miller
[1] Áncora El bello planeta Tierra