Práctica la gratitud
El corazón contento alegra el rostro; el corazón quebrantado destruye el espíritu. (Proverbios 15:13 NVT)
Se ha demostrado que poner en práctica la gratitud reduce el estrés, la ansiedad, la preocupación y el temor. Y no solo eso, causa una mejora en enfermedades que están relacionadas con esas emociones, como las cardiopatías, la presión alta y la depresión, entre otras.
Según estudios realizados, escribir los motivos por los que estamos agradecidos conlleva beneficios bastante sorprendentes, como aumento de la felicidad, mejor descanso, menos soledad y menos síntomas de enfermedad.
Lo que me encanta de la gratitud es que me recuerda lo que Dios ha hecho por mí: las numerosas alegrías que tengo en la vida de mis seres queridos. Me recuerda que Dios está presente en mi vida.
Llevar un diario de gratitud ayuda a pensar más en lo bueno. Nos damos cuenta que cada día es extraordinario, y que los pequeños detalles son maravillas, y al hacer una pausa para recordarlos y ponerlos por escrito, los notamos más y los apreciamos más.
Agradecer lo bueno hace que sucedan más cosas buenas. —P. Amsterdam [1]
La gratitud es la puerta a una vida plena. Convierte lo que tenemos en más y ello se vuelve suficiente. Transforma el rechazo en aceptación, el caos en orden, la confusión en claridad. Transmuta una comida en un banquete, una casa en un hogar, un extraño en un amigo. La gratitud aclara nuestro pasado, aporta paz al presente y crea una visión agradable del futuro. —Melody Beattie
[1] P. Amsterdam Áncora Gratitud en acción